Astorga - La Bañeza

La Alcaldía astorgana muestra el restaurado Pendón de Clavijo: Su historia

La Alcaldía de Astorga acoge el restaurado Pendón de Clavijo.

Quien desee verlo, podrá hacerlo hasta el día 29 de diciembre a partir de las 10 de la mañana previa cita en la oficina de información del ayuntamiento.

El pendón data del año 1700 aproximadamente. Los visitantes podrán observar también la réplica realizada hace unas décadas que sale actualmente en procesión.

Cabe destacar un pendón original datado del año 800, el cual se encuentran algunos restos en el museo romano.

Historia del Pendón

Según la leyenda, la bandera era portada por Luis Osórez, alférez real, en la célebre Batalla de Clavijo, la cual tuvo lugar el día 23 de mayo del año 844 entre las tropas del rey Ramiro I y el Califa Abderramán II en campos de La Rioja para liberar al Reino Cristiano de la entraga del Tributo de las Cien Doncellas al Califa de Cordoba.

El escudo de Luis Osorez, Señor de Villalobos, representa dos lobos de sable pasantes puestos en palo en campo de plata.

El sucesor de Luis Osórez, Álvaro Pérez Osorio, Conde de Villalobos, fue nombrado Marqués de Astorga – título instituido en ese momento para esta persona – por el rey Enrique IV, el 16 de julio de 1465 en la ciudad de Toro, donde recibió el ‘Pendón de la Divisa’ en calidad de Alférez Real. Por lo que respecta a la descripción de la estirpe, el relato resulta ser de dudosa fiabilidad. Se desconoce hasta que punto es verídico o, por el contrario, se halla contaminado por el afán de la nobleza de la época para darle antigüedad a su linaje, haciéndose descendientes de héroes de pasados relatos épicos.

Lo cierto es que la ciudad pasó de estado libre al dominio señorial del Marqués, siendo uno de los primeros actos de éste, la entrega a la Justicia y Regimiento de dicha bandera, para que “la guardase y venerase”. A ella se alude con los nombres de Venerada Bandera de Clavijo, La Seña o La Enseña. En diversa documentación también se hallado alusión al “Sagrado Despojo”, según detalla el informe realizado por la bibliotecaria y archivera Esperanza Marcos, y por la arqueóloga Mª Ángeles Sevillano.

“El municipio guardaría su paño en una arqueta de tres llaves y solamente podrá salir de allí para actos de dimensión nacional y siempre con honores, que hoy son de Capitán General, y una vez al año saldría en procesión, siguiendo el trazado del Camino de Santiago, hasta la Catedral.  Para este acto el Marqués designaba al portador de la bandera, y el Municipio los elementos de su escolta, que serían: un vecino de cada casa de la ciudad, cuatro con cirios encendidos, y la ZUIZA, constituida por hombres de los gremios, cuyos miembros vestidos de zuizones realizarían, en el tránsito hacia la Catedral, alardes de arcabucería y estampido de pólvora en honor de La Seña, según la costumbre europea de las Zuizas Caballerescas.  Con el tiempo, pasó a denominarse Zuiza al conjunto de esta ancestral ceremonia que tan arraigada estaba en el sentir popular”, indican estas expertas.

A través de una sentencia de la Chancillería de Valladolid sabemos que en el año 1578 se produce un enfrentamiento entre el Cabildo Catedralicio, por un lado, y el Marqués y el Corregimiento, por otro. En dicha sentencia se aclara que el Cabildo no tenía obligación de recibir la bandera, ni darle asiento en el coro. A partir de 1587 se estipula en escritura pública, ante el escribano Juan de León, la obligación del Marqués de pagar anualmente al Cabildo la cantidad de 60.000 maravedíes para que éste la recibiera, bajo dosel, en la Catedral los días 14 y 15 de agosto de cada año, festividad de la Asunción. Lo ciero es que, a partir de 1558, tiene lugar una etapa de continuos enfrentamientos, pleitos y rivalidades protagonizadas por el Cabildo, el Marqués y el Regimiento. Los vecinos y gremios se negaban a asistir a la ceremonia por lo que el Procurador General de la Ciudad presentó queja ante la Chancillería de Valladolid y ante la Corte. Con todo, el 3 de agosto de 1728, el rey, Felipe V, dicta la real provisión mediante la cual ordena el mantenimiento de la tradición de la Procesión de la Zuiza y encarga a “la Justicia y Regimiento” de la ciudad la organización de la misma.

En fecha 11 de Junio de 1808 llega un memorial desde León, suscrito por los mandos de la tercera división de alistados que se estaba formando con gentes de Astorga y comarcas aledañas, mediante el cual se solicitaba esta bandera de origen medieval para ser adoptada como estandarte de la unidad. Al día siguiente la Junta Local de Astorga informa favorablemente esta solicitud y de esta manera estuvo presente en la Batalla de Medina de Rioseco, como enseña del Tercer Tercio de los Voluntarios de León. En informe extraído del Ayuntamiento de Orden del Consejo de Castilla de 27 de junio de 1817, se dice “ (…). La Bandera de Clavijo que, como precioso despojo de la batalla de este nombre se conserva en el archivo y fue conducida en triunfo por los naturales a la Batalla de Rioseco en 14 de julio de 1808, defendida y devuelta con honor, a pesar de la derrota”.

Tras la Guerra de la Independencia, ‘La Seña’ es custodiada en el arca de tres llaves y se pierde la tradición de la procesión. En lo sucesivo están documentadas las siguientes salidas:

El 24 de mayo de 1948 (año en que se procede a la extracción del paño original de la segunda réplica) acude a la Reunión de enseñas en Santiago de Compostela. Para realizar tal salida fue recogida en el Ayuntamiento por un escuadrón de Caballería mediante Acta Solemne y, con los honores prescritos, conducida hasta la Basílica de Santiago.

Año 1948: primero va a Santiago, cuando vuelve se extrae el original de la réplica (acta) y ese mismo año va también a Oviedo, en el mes de septiembre, con motivo de los actos del XI Centenario Ramirense.

– En 1951 se lleva a Hospital de Órbigo donde se celebraban los fastos de la restauración del famoso Puente del Passo Honroso, en el mismo Camino de Santiago.

– En la década de los años 60 del siglo XX, La Seña fue a Málaga en varias ocasiones para presidir la procesión de “el Cristo de los Mutilados”, en la Semana Santa.

– Finalmente, el 23 de mayo de 2007 viajó a la localidad de Clavijo.

Las réplicas

Según el historiador José María Luengo Martínez, “la bandera que se sacaba en la procesión aún se conserva en el Ayuntamiento de Astorga, aunque, en realidad no es más que el forro puesto, al parecer, en el siglo XVII, reproduciendo fielmente la bandera primitiva, de la que apenas quedan más que la trama y algunos trozos, pues, se dedicaron a dejar llevar trozos como recuerdo a los que iban a ver la bandera. Uno importante se le dio a S.A. la Infanta Isabel, en su visita a la ciudad, y un trozo bastante grande se conserva en el Museo Cerralbo de Madrid (recuérdese que, en el Marqués de Cerralbo recayó el señorío de Villalobos) (…). Esta bandera, reproducción de la antigua, como se ha dicho, es de forma rectangular, dispuesta para ser colocada en dos astas en ángulo; su campo es amarillo (oro) con dos lobos pasantes de gules, uno sobre otro, y la rodea una bordura de escudetes en soler, con colores blanco (plata), azur y gules, que tal vez pudo pertenecer al Señorío de Villahornate, de los primeros Ossorios”.

Matías Rodríguez, en su Historia de Astorga, describe así la réplica que se realizó de la Bandera de Clavijo: “Es un hermoso estandarte de tela blanca adamascada con ricas borlas de color y el heráldico escudo, divisa del Marqués. A simple vista no es otra cosa, pero mirado por transparencia, se ve que entre sus dos paños hay retazos de otra tela un tanto amarillenta, finísima, semi impalpable que se deshace entre los dedos a poco que se la frote”

Por tanto, parece ser que ante el deterioro que presentaba ‘La Enseña’ se decide realizar una réplica entre cuyos paños se “entretela” o guarda – cual reliquia – los restos del pendón original. Aún no se ha tenido ocasión de documentar el momento en que se procede a tal “restauración”, como designa en algunos documentos el cronista oficial de Astorga al momento de ejecución de la reproducción.

La extracción de los restos de la bandera original de entre los paños de su réplica está documentada en un acta, de 10 de mayo de 1948, donde se acuerda proceder “… a colocar en una vitrina apropiada los restos gloriosos de la Bandera de la Batalla de Clavijo, que se conserva entre los paños de una reproducción de la expresada bandera que data aproximadamente del siglo XVI, custodiadas en una arqueta o cofre en esta Casa Consistorial, a fin de evitar su deterioro o pérdida. Por el señor Aacalde se procedió (…) a extraer con sumo cuidado los restos de la Gloriosa Bandera de la Batalla de Clavijo de entre los paños de la reproducción de la Bandera anteriormente mencionada y a colocarlos entre dos cristales, que se precintaron con un plomo y lacre, sellado con uno antiguo de esta Corporación, quedando instalados y guardados en la expresada arqueta, que es el mueble en que se custodian las meritadas enseñas desde el siglo XVI aproximadamente”.

De este modo, los restos del primitivo estandarte y su reproducción quedaron cuidadosamente guardados en el despacho de la Alcaldía, hasta el día 29 de octubre de 2008, en que ambas fueron trasladadas al Instituto del Patrimonio cultural de España para proceder a su restauración. Hay que hacer constar que existe una segunda réplica del pendón expuesta, de manera permanente, en el salón de sesiones del Ayuntamiento.

Aunque en el año 1994, gracias a la colaboración de la Cámara de Comercio e Industria de Astorga, se recuperó la procesión de la Zuiza (que a partir de este momento, deja de ser anual para salir cada tres años), las enseñas procesionaban en el interior del arca, desplegándose la segunda reproducción realizada.

Bibliografía consultada:

-ALONSO LUENGO, L. Historia y leyenda de la Bandera de Clavijo que se guarda y venera en el Municipio Astorgano. Astorga: Centro de Estudios Astorganos Marcelo Macías. En Cuadernos, n. 2. (1984).

-GARCÍA FUERTES, A. Leoneses en la Independencia: Astorga y el Batallón de Clavijo en la Batalla de Medina de Rioseco, 14 de julio de 1808. Astorga: Centro de Iniciativas Turísticas, 2001.

-LOBERA, ATHANASIO. Historia de las grandezas de la Muy antigua, e insigne ciudad y Iglesia de León, y de su Obispo, y Patrón San Froylan, con las del Glorioso S. Atilano Obispo de Çamora. Valladolid: Diego Fernández de Córdoba, Imp. 1596

-LUENGO MARTÍNEZ, J.M., La cripta de los Marqueses de la Ciudad en la Catedral de Astorga. En Tierras de León, n. 30-31. (1978).

-RODRÍGUEZ DÍEZ, M. Historia de la Muy Noble, Leal y Benemérita Ciudad de Astorga. Astorga: Establecimiento Tipográfico de Porfirio López, 1909.

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